Mi amada artista: te veo, te entiendo y yo soy tú.
Entiendo tu mente creativa, ese hemisferio derecho activo creando día y noche, mezclando texturas, formas, colores, palabras, materiales. Aunque tenga un lado racional que me permite ser buena con los números y saber de este tema financiero, también soy artista.
De hecho, mi primer emprendimiento oficial fue una tarjetería, donde ofrecía piezas pintadas a mano y pendolismo.
Y por eso hoy te escribo a ti, porque sé que tu mente que crea tantas obras de arte, también tiene unas particularidades a tomar en cuenta a la hora de planificarte financieramente. Quiero ayudarte a identificar las oportunidades de mejora y tomar control de tus números. Algunos retos que tienes de forma muy particular son:
- Tiendes a no tomar en cuenta el VALOR de tu producto por encima del costo.
Una obra de arte como las tuyas tiene un valor mucho más allá de lo mucho o lo poco que costaron los materiales que usaste. Debes entender este valor, porque para vivir de tu pasión debe poder ser rentable. Tu trabajo lleva más tiempo que un producto industrializado, conlleva tu creatividad, es exclusivo, es hecho a mano, cada pieza concebida de forma especial. Define tu valor y educa a tu comunidad. Tu cliente ideal va a poder pagar el precio que te permita vivir de tu propósito.
2. No escatimas gastos del negocio y muchas veces lo cubres con dinero personal.
¿O no te pasa? Viste un material que te encantó (y ahí acumulas un stock de cosas que te gustaron), compras cosas a modo de props para tus fotos, compras aquí y allí según llegue la inspiración. Pero la verdad es que TODO lo que gastes es un costo de tu negocio y (seré aguafiestas) DEBE ser PLANIFICADO. Recuerda, eres dueña de un negocio que debe ser rentable. Tu negocio es otra entidad, aparte de ti, aunque tú seas su activo más valioso. Tu negocio debe trabajar para ti, no alrevés.
3. Te cuesta cobrar.
Bueno, también te cuesta vender, pero cuando logras la venta!! Pues diste el crédito y ¿ahora? Pues fácil: cobras. Debes tener un control de cuentas por cobrar y un sistema de cobros efectivo. Tu negocio no se mantiene de ventas, sino de ventas COBRADAS.
4. Posiblemente, tus finanzas no estén tan organizadas.
Así como tu mente, llena de ideas, trazos, colores, puede estar tu escritorio, pero también TUS FINANZAS! Alerta: recuerda, eres dueña de negocio, tienes un talento único y especial y ese negocio debe ser RENTABLE para tú poder vivir de tu don. Lleva tus registros, separa las finanzas de tu negocio de tus finanzas personales. Lleva tus números: tus ventas, costos, ganancias, inventario. ORGANÍZATE para poder escalar tu negocio al siguiente nivel.
¿Te identificas con alguno de estos puntos? Tranquila, solo hace falta la decisión de tomar las riendas de tu negocio, financieramente hablando. Si tienes dudas, coméntame aquí debajo y nos vemos en la próxima entrega